En esta ocasión, la entrada va de desempeñar un nuevo rol, y me toca realizar el de crítica y trataré el tema de la pena de muerte, el cual da mucho de qué hablar en la sociedad.
Me ha parecido correcto tratar este tema esta semana ya que, la pena de muerte es un debate en el que, desde mi punto de vista se pueden encontrar dos opiniones bastante extremas.
Para empezar, la pena de muerte también denominada pena capital o ejecución, consiste en provocar la muerte a un condenado por parte del Estado como castigo por la comisión de un delito establecido en la legislación. Estos delitos suelen ser denominados los "delitos capitales".
La pena de muerte ha sido empleada por gran parte de las sociedades a lo largo de la historia. Actualmente ha cambiado mucho, ya que en la gran mayoría de los países europeos está prohibída al igual que en la mayoría de los países latinoamericanos. Sin embargo en países como Estados Unidos de América y los estados del Caribe todavía sigue siendo aplicada.
En Asia la pena de muerte está permitida en países como China, Japón, Indonesia, India e Irán. En África se usa en varios países, especialmente en la zona nororiental del continente (Egipto, Etiopía, Libia y Sudán).
En muchos países donde todavía se aplica la pena de muerte, se usa como un castigo para crímenes de asesinato, espionaje, traición... Y en otros para castigar los delitos sexuales, siendo considerados como tales el adulterio y la sodomía.
En otros países se castiga por motivos políticos, con la máxima difusión posible, como escarmiento de masas. En Corea del Norte en 2007 el director de una empresa fue ejecutado públicamente en un estadio deportivo ante 150.000 personas como castigo por haber realizado llamadas telefónicas al extranjero.
Ante este ejemplo, es un asombro que se siga realizando este tipo de castigos, pero mi gran pregunta sería: "¿En qué estaba pensando la gente que acudió para ver en ese estadio a un hombre que estaba siendo ejecutado? La sociedad de la que formamos parte a veces no merece la pena, esas personas serían un claro ejemplo de personas sin escrúpulos, sin sensibilidad y sin empatía.
Este caso, obviamente no es el único, ya que en 2017 Amnistía Innternacional registró un total de 993 ejecuciones en 23 países. La mayoría de estas ejecuciones tuvieron lugar en China, Irán, Arabia Saudí, Irak y Pakistán, por este orden.
A pesar de esto, mi entrada la centraré en los casos de pena de muerte en los que se castigó a personas inocentes:
- Cameron Willingham. Ejecutado en febrero del 2004 por el supuesto asesinato de sus tres hijas, al presuntamente incendiar su casa en 1991. La noche del incendio, Cameron que dormía, se salvó milagrosamente. La policía enseguida sospechó del padre de las niñas, aunque él siempre mantuvo su inocencia; sin embargo, fue ejecutado pero la ciencia acabó demostrando su inocencia.
- Larry Griffin. Fue en 1980 cuando el joven Quintin Moss, de solo 19 años murió asesinado, y rápidamente se aseguró que el asesino había sido Larry Griffin. Un criminal fue quien aseguró que vio a Larry disparar desde un auto en movimiento; por lo que fue condenado y sentenciado a morir por inyección letal en 1995, aunque el testigo después admitió haber cometido el crimen él mismo.
- John Ray Conner. Joven de raza negra con 32 años y acusado del asesinato de unna joven empleada de una tienda de comestibles durante un atraco. Varios "testigos" lo identificaron como responsable. Este esperó mas de 10 años en el "corredor de la muerte" hasta que fue ejecutado por una inyección letal. Los testigos juraron haberle visto salir corriendo y veloz tras cometer el crimen, pero él era cojo y le costaba moverse.
En 19 países del mundo, tienen dentro de su legislación la pena capital para abusadores sexuales, terroristas, actos de racismo, etc. Ahí van algunos casos donde, desde mi punto de vista podría parecerme justa la pena de muerte.
- Tres hombres fueron condenados a pena de muerte en India por violación en grupo a un mujer en un autobús y que posteriormente falleció. En diciembre de 2012 una joven de 23 años fue ultrajada con extrema brutalidad por 6 hombres, delante de su novio.
- Dylann Roof asesinó a nueve personas afroamericanos en un ataque a una iglesia conocida por la defensa de los derechos civiles de estos en EE.UU. Este joven de 22 años no dio muestras de arrepentimiento y aseguró que tenía que hacerlo.
- Timothy McVeigh fue condenado como responsable de la muerte de 168 personas en el atentado de Oklahoma en 1995.
Cierto es, que la pena de muerte es la máxima negación de los derechos humanos y viola el derecho a la vida proclamada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Además, la pena de muerte no garantiza la reducción de la criminalidad en los países que la establecen en su legislación.
En conclusión, la pena de muerte es una injusticia en la mayoría de los casos que se lleva a cabo, sin embargo, una mínima parte de estos casos, habrán sido justos por la gravedad del crimen realizado.
¡Gracias a tod@s una vez más, un saludo!